sábado, 17 de mayo de 2008

caminando...

Hoy camine por las calles de la candelaria. Iba sola. Bueno, me acompañaba mi fiel hada, y mis ángeles guardianes. Ya he hecho esto antes, salir a caminar por las calles oscuras y frías de la candelaria. Iba sola. No dejo de encontrar un cierto romanticismo absurdo en el hecho de caminar por ahí sola, sin saber que puedo encontrarme de repente. Entré a una obra de teatro, Los Hermanos Karamazov. Otro de mis placeres secretos. Sentarme en una sala de teatro donde no conozca a nadie y tal vez por unas horas entrar en un mundo que no es el mío. Pretender a través de otros que soy otra persona. Por esas horas que después parecen quedarse cortas puedo abandonar mi ser, mis problemas y mis demonios y conocer los de otros. Así puedo saber como se siente querer asesinar a mi padre o amar desesperadamente hasta llegar a hacer locuras. Después de esas dos horas emprendí mi camino de vuelta, nuevamente por las calles sórdidas y nocturnas de la candelaria. Observando al pasar a otros personajes igual de teatrales. Algunos acompañados y otros, como yo, solitarios. Siempre observando esa imponente montaña con su correspondiente iglesia juzgando mis pecados. Camine sin deseo de llegar a alguna parte. Caminé, y en mi camino de cruzó una bomba de gasolina en donde sonaba un radio viejo en el fondo. Con ironía la vida me sonrió y la calle a través del radio y las notas musicales que de este salían dijo cuando yo pasaba: “Ella va, triste y vacía”.

6 comentarios:

Nehko dijo...

Llueve, leo esto y me dan ganas de ir por un cigarro y suspirar. ¿Qué mas propicio que Los hermanos Karamazov en esa noche?...y el toque final de Willie Colón y Héctor Lavoe me hicieron enviarte un aplauso virtual y una quitada de sombrero. Me gustó muchísimo. Saludos a tu hada y a tus ángeles...

girby... dijo...

gracias por el aplauso... fue una noche bonita pero melancolica.. al menos sirvió para producir alguito

Juan Pablo Angarita Bernal dijo...

No pues, tan productora!

Y tan irónica la vida, carajo!

Lo peor es que esa tercera con 19, 20,21,22,23,24 es bien triste e irónica. Esa bomba...y esos árboles de la mitad...uno se va encontrando tantas cosas

Santiago Jiménez Ramírez dijo...

Para mi es como un camino en Rusia o en Marte o en mi. Yo no conozco esas bombas ni tengo carro. Cuando vaya Bogotá voy a hacer ese paseo. solo o sentado

girby... dijo...

es un paseo necesario... despierta muchas conversaciones... hasta algunas miradas por el retrovisor de ese carro inexistente

CieLo LaverDe dijo...

caminando por ahi, eso es lo mejor, hablar con sus pensamientos y tal vez que tal que te encontres contigo y te armes una buena conversacion, es bueno hablar de vez en cuando, escucharte y no gritarte, con paciencia y paciencia.

dulces dulcesitos pasos los que se acercan, acercándose sigilosamente y te agarran por la espalda, te vendan los ojos y con un respiro y un suspiro aspiras la brisa que fría se mete por tu nariz y te da una melancolía pero una de las buenas, y kieres llorar pero tambien kieres gritar de felicidad, el mundo da muchas vueltas, hasta que te mareas y vomitas. pero todo vale la pena, la buena conversación te ha hecho ver las cosas de otra manera, la vida nueva, respira nuevo.

acuerdate de este pekeñito cielo que te acompaña desde calingulas. mira las estrellas y sueña siempre con ellas te pueden dar el camino, a veces. muaaaaaaaaaaaaaaaa