Gabriela Londoño Supelano
Tableros fragmentados me miran con ojos espinosos,
Letras distorsionadas que bailan a mí alrededor,
gritan cantos diabólicos sin razón
“¡Imbecil, inútil!”… gritan
Impotente, las veo gritar verdades dolorosas
Verdades que entran a mi cuerpo como espinas de hielo seco,
quemando, desgarrando sueños
Tableros fragmentados me miran con ojos espinosos,
Miradas recelosas, cantos sin sentido
me hieren
Sentada, impotente, los veo de nuevo;
Sin tocarlos me corto el dedo
Sus piezas punzantes las llevo en mis manos,
formando torrentes de sangre en el suelo
Olvido dolor alguno, olvido sufrimiento,
Las llevo y las entierro;
Los tableros fragmentados crecen como semillas en alguna tierra cariñosa
Y sin planearlo
Nace un árbol con una rosa
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